martes, 10 de octubre de 2017

Hablando con Rosa Diez



Analizamos la situación política y el final de ETA con la exdiputada y expresidenta de UPyD, Rosa Díez


Pregunta. ¿Quién es Rosa Díez?
Respuesta. Bueno, soy una mujer nacida en 1952, casada con Iñaki, madre de dos hijos y abuela de dos nietos. Además, soy una ciudadana comprometida con lo público desde que era una adolescente, consecuencia de haber nacido y crecido en una familia en la que hablar de política y reivindicar la vida en democracia eran una constante.

P. ¿Cómo es la vida lejos de la política para alguien que ha estado tan implicada y tan apasionada en ella?
R. Estoy “lejos” de la política en el sentido institucional, pero no dejo de estar preocupada por los acontecimientos políticos de nuestro país y de nuestro mundo. Lo más novedoso en esta etapa de mi vida es que, por primera vez desde que soy mayor de edad, tengo más tiempo para lo privado que para lo público.

P. ¿Qué factura personal le ha pasado defender sus ideas, abandonar un partido como el PSOE y que otro le abandone (o algunos miembros) como UPYD?
R. Siempre he hecho o intentado hacer lo que me parecía correcto. Me fui del PSOE cuando consideré que el partido, en el que había militado desde que tenía 21 años, había dejado de ser ese partido que vertebraba España y defendía por encima de todo la libertad y la igualdad de todos los españoles. Y fundé, junto con otras personas, un partido político para defender la libertad y la igualdad, la ciudadanía y el progreso. Y me fui de UPyD cuando los ciudadanos no nos dieron su confianza y nos quedamos sin la mayor parte de los ayuntamientos e instituciones. Me fui cuando llegué a la conclusión de que los ciudadanos nos habían quitado el instrumento para serles útiles. Porque sigo pensando que un partido político no es un fin en sí mismo, ni un grupo de autoayuda, sino un instrumento al servicio de los ciudadanos. Y cuando no tienes el instrumento para serles útiles, pues simplemente lo aceptas y te vas. Y piensas de que otra manera puedes seguir aportando algo a tu país. Para eso, para contribuir al debate de las ideas y a la defensa de los valores democráticos acabamos de poner en marcha una web, www.elasterisco.es. Siempre hay un espacio para los inconformistas.

P. ¿Tiene futuro, a día de hoy, un partido tan importante para la construcción de la democracia española como el PSOE?
R. Es la socialdemocracia en toda Europa la que está en crisis, en una situación lamentable en la que parecen no encontrar su espacio que, como siempre, no es otro que la capacidad para dar respuestas a los problemas de la gente. Han perdido esa capacidad de liderazgo y están acomplejados ante los populismos llamados de izquierda. Necesitan un proyecto y no tanto un desfile de “líderes” que solo hablan de sí mismos.

P. ¿Realmente qué era peor para el país, el bipartidismo o esta fragmentación que nos bloquea?
R. El pluralismo no bloquea las instituciones. Lo que bloquea es la incapacidad y el egoísmo de algunos políticos que están a nivel de responsabilidad muy por debajo de lo que es exigible. El parlamento es tan plural como la propia sociedad. No echemos la culpa a la pluralidad; veamos el comportamiento de cada cual y juzguémosles por lo que hacen.





P. Cuando usted decidió no facilitar la unión con C´s, ¿Qué le daba miedo o que la causaba desconfianza en ese partido?
R. Yo no decidí “no facilitar la unión con C´s”. Mantuvimos varias reuniones y llegamos a la conclusión, no solo la dirección de UPyD sino nuestro consejo político, compuesto por ciento cincuenta personas, de que representábamos dos proyectos diferentes, no solo desde un punto de vista ideológico (han pasado solo dos años y Ciudadanos ya ha cambiado hasta sus principios ideológicos) sino en nuestra manera de ver y hacer política. Y el tiempo nos ha ido dando la razón. Aunque lo explicamos entonces en 39 folios, tuvo mucho más éxito un tuit que ellos colgaron. No fue casual: todo estaba diseñado para que la cosa acabara así. Los poderosos que dirigen la política desde los despachos de lo alto de la torre habían elegido liebre; y necesitaban un partido que sumara a uno u otro sin meter en líos a la gente que verdaderamente manda en España. Pagamos caro ser libres y autónomos, llevar ante los tribunales a algunas de las personas más intocables el país, romper los tabúes, plantear en sede parlamentaria la despolitización de la justicia, de las cajas de ahorros, la reforma de la ley electoral, la fusión de municipios, la supresión de las diputaciones y otras instituciones superfluas... Sí, fuimos insobornables. Y estamos, yo lo estoy, muy orgullosos de haberlo sido.

P. Los hechos de Alsasua, ¿son una excepción al clima en el País Vasco o son sólo un ejemplo de un clima de falta, aún, de normalidad?
R. Primero Alsasua; después 'kale borroka' (o sea, actos de terrorismo) en Pamplona. Lo que indican es algo que mucha gente prefiere ignorar: ETA sigue viva; y además está en las instituciones. Y eso (ETA viva y en las instituciones) ni es normalidad ni es normal en una democracia. Aunque no nos maten…

P. Desde su experiencia ¿qué camino se debería emprender para abordar el problema con Cataluña y conseguir la convivencia y la unidad del estado?
R. Durante demasiado tiempo, el nacionalismo catalán ha vivido del chantaje al Estado. Los nada honorables Pujol y compañía eran considerados en Madrid “hombres de estado”. Y así, iban construyendo un país paralelo, con sus chanchullos, sus leyes, su educación sectaria, su falta de libertad para aquellos ciudadanos que no se ahormaban al nacionalismo... Luego, decidieron ir más lejos, quizá para ocultar el pozo de corrupción en el que estaban todos ellos inmersos. O porque querían, como siempre, sacar algo más. Hace mucho que el estado abandonó a los ciudadanos no nacionalistas. Hace mucho que no plantea el debate en términos políticos, desmontando las mentiras, ejerciendo su papel, obligando a cumplir las leyes y las sentencias de los tribunales. Piensen en cuantas sentencias sobre la lengua común en la educación y en los espacios públicos se han saltado -desde hace mucho tiempo a la torera con total impunidad – los políticos catalanes. Hay que recuperar el tiempo perdido; hacer pedagogía, tener presencia activa. Y, por supuesto, obligar a que se cumplan las leyes. Lo que no puede es haber impunidad. Concretando: para los sediciosos, el artículo 155 de la Constitución, que está ahí para proteger el interés general. Y para los ladrones (aunque se envuelvan en la senyera), el Código Penal.

P. Hoy, Fernando Savater escribía en El País sobre el odio. ¿Qué se está extendiendo por el mundo: el odio, el radicalismo, el extremismo, el populismo...?
R. El odio suele ir unido al miedo. Y ante la falta de respuestas serenas y argumentadas crece en populismo y el nacionalismo, simiente siempre para el odio entre ciudadanos.

P. ¿Cuáles son los proyectos de Rosa Díez? ¿Va a seguir siendo una luchadora activa en la sociedad y la política española?
R. Mientras tenga uso de razón seguiré luchando por lo que considero justo, por aportar algo a la sociedad en la que vivo, por dejar a mis hijos y nietos, a todos los niños de su generación, un mundo mejor.  No sé vivir de otra manera.


José Antonio Abarca, Araceli Barategui

Imagen Fran Sánchez

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Queremos saber tu opinión. Se respetuoso y enriquece a la comunidad

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Comparte este contenido en las redes